Cuando se tiene tendencia a las reacciones alérgicas, es conveniente tener cuidado a la hora de maquillarse ya que muchos productos pueden ser perjudiciales. Los parabenos y algunos tipos de perfumes, son las sustancias que más comúnmente producen alergias.
Los parabenos son compuestos químicos utilizados de forma común en los cosméticos y productos de higiene diaria, debido a sus propiedades conservantes. Aunque están presentes en la industria desde hace décadas, en los últimos años su uso ha despertado polémicas al estar vinculado, según algunas investigaciones, a la aparición de reacciones alérgicas.
¿Cómo sé si mi maquillaje contiene parabenos?
El primer paso es revisar los ingredientes de tus cosméticos favoritos, aunque te advertimos que es posible que acabes muy decepcionada, pues la mayor parte de los productos cuentan con parabenos. Las etiquetas ordenan los ingredientes según el grado de concentración, de mayor a menor tales como: ethilparabeno, propilparabeno, isopropilparabeno, butilparabeno, ácido benzoico, ácido parahidroxibenzoico y parahidroxibenzoato, y esto indica la presencia de parabenos en el producto.
Si quieres realmente comenzar a usar cosméticos sin parabenos, entonces debes saber que esta decisión a favor de tu salud representará un mayor esfuerzo, pues este tipo de productos no se encuentran en cualquier lugar. Los cosméticos sin este compuesto químico indican en la parte frontal de su etiqueta que son fórmula «sin parabenos», como nuestro polvo compacto Meik. El hecho de que diga cosas como natural, orgánico, con ingredientes naturales, etc., no implica que esté libre de estos componentes, por eso deberás prestar atención y siempre revisar los ingredientes.
Es común que se afecten tus ojos debido a reacciones alérgicas al maquillaje, sigue estos consejos para mantenerlos sanos.
Si tiendes a ser alérgico, introduce a los ojos sólo un producto de maquillaje o de cuidado a la vez. Si no hay una reacción, añade otro nuevo producto, y así sucesivamente. Si notas una reacción alérgica, averigua cuáles son los ingredientes del producto y hazlo saber a tu médico. Evita los productos que contengan químicos perjudiciales o que no hayan pasado por un test.
Antes de aplicar el maquillaje, asegúrate de que tu cara y tus párpados estén muy limpios. Aplica siempre el maquillaje fuera de la línea de las pestañas y lejos de los ojos, para evitar un bloqueo de las glándulas sebáceas del párpado superior o inferior. Estas glándulas producen grasas que protegen la superficie del ojo.
Si tiendes a tener resequedad en los ojos, evita el maquillaje metálico («glitter»), en polvo o en hojuelas. Las hojuelas pueden entrar en la película lagrimal y aumentar la irritación en los ojos. El uso de maquillaje para ojos brillante («glitter») es una causa frecuente de irritación o infección de la córnea, especialmente en personas que usan lentes de contacto.
Remueve todo el maquillaje de ojos por las noches antes de dormir, especialmente la pestañina que puede pegarse a las pestañas. Usa un copo de algodón a lo largo de la base de las pestañas para eliminar cualquier resto de maquillaje. Si usas removedor de maquillaje, evita el contacto con los ojos y enjuaga tus párpados para que no haya un residuo del removedor.
Si tienes una cirugía de ojos, no uses maquillaje alrededor de ellos hasta que tu oftalmólogo confirme que es seguro hacerlo, y sólo usa maquillaje nuevo.
Si llegas a presentar algún enrojecimiento, lesiones que descaman, piquiña o ardor, tanto en los ojos como en la piel de la cara, debes suspender el maquillaje que estás utilizando. Lávate muy bien con un jabón y desmaquillante suave. Consulta a tu dermatólogo para que evalúe el estado de tu piel.